José y Antonio, miembros y profesores del club, nos enseñaron las nociones básicas para manejar el arco recurbo e intentar hacer diana, o aproximarnos a ella lo más posible.
Con la ilusión de parecernos a Robin Hood, a Cupido o a Daniel Martín Anaya agarrabamos el arco, con fuerza tensabamos la cuerda y afinabamos punteria para que llegara la flecha a su destino. Ha sido una actividad muy divertida donde todos hemos podido descubrir nuestra habilidad con el arco, aunque ha sido sencillo con los maestros que teniamos. Muchas gracias al Club por abrirnos sus puertas con tanto cariño y solo podemos decir, hasta pronto.
Las personas con discapacidad tienen los mismos derechos a disfrutar del turismo y del ocio en época de vacaciones. Además, han de ser ellos mismos lo que elijan dónde, cuándo y con quién quieren hacerlo.
