El hornazo títpico del día de lunes de aguas nos lo comimos en el parque de Huerta Otea, con la siempre amenaza de la lluvia.
Otro año más, los jóvenes de AVIVA nos fuimos a disfrutar de una tarde de campo, juegos, bailes, risas con la mejor compañía, la de los amigos. Todo esto hizo que nos fuéramos a casa con una sonrisa de oreja a oreja, y nos despidiéramos diciéndonos: “al año que viene repetimos”.