Con gran amabilidad y alegría, nos acogió el Catedrático de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca en su estudio. Una casa que rebosa arte desde la entrada hasta el último rincón, recopilación de cuadros asombrosos, pequeños, medianos y grandes, pero todos extraordinarios y llenos de historias que Rafa nos fue describiendo brevemente. La visita finalizó con la pintura de un cuadro donde participamos todos los asitentes.
Una clase totalmente especial y en un entorno también especial, el estudio de Rafael Carralero. El sentimiento de que algo fantástico íbamos a vivir esta mañana comenzaba cuando la familia al completo nos abre sus puertas para mostrarnos cómo se es capaz de expresar los sentimientos a través de la pintura. Marcos de madera esperando sus lienzos pintados, botes de pintura cuidadosamente colocados, montones de pinceles, utensilios caseros para el lavado de los pinceles, caballetes listos, ventanales que invitan a mirar los colores del campo en primavera, almacenes de cuadros embalados y un continuo, aunque ligero, olor a pintura hacen especial la mirada de cada cuadro y cada parte de la casa .
Y cómo no… en casa del pintor, no podíamos pasar sin probar como se pinta allí, por lo que todos los que estuvimos pusimos un granito de pintura para el recuerdo.
El resultado final lo habéis visto al inicio de esta serie de fotos.